lunes, 26 de agosto de 2013

Publicidad

Aunque la mayor parte de las veces es algo molesto, y muchos anuncios rozan el ridículo, a veces se encuentran jóvenes que experimentan con la publicidad. Y tanto lo hacen, que ruedan una anuncio de Mercedes, sin autorización de dicha compañía, y sin interés aparente en publicitarla. El resultado es fabuloso: un anuncio con Hitler, el pequeño Adolf, como protagonista y el sistema de seguridad de protagonista. Intencionado, subvencionado o no, vale la pena verlo aunque para ciertas personas les hiera la sensibilidad.

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