Y ahí tenéis a vuestro presidente, un gran orador, con respuestas claras, las ideas aún más claras y definidas. Con él vamos a salir de la crisis, con el culo dolorido, más jodidos y con una sociedad inculta, inepta y a base de ladrillo, casinos y putas (las drogas las dejamos para la hipocresía del poder y los ricos). Mientras nos dicen lo que es mejor, lo que es necesario, muchos asentís mientras os dan las sobras de la sociedad del bienestar. Y sí, digo vuestro presidente porque mientras quede en mi alguna esperanza de ser medianamente libre no pienso dejar que alguien tan ajeno a mi vida, tan ajeno a mis sueños, tenga la más mínima importancia en mi vida, a pesar de que sea difícil ignorar a tal personaje.
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